La Palabra para miércoles, 5 febrero 2025

Llevaron un paralítico tendido sobre una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: —Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.

Mateo 9,2

Nunca se ha oído decir que alguien abriera los ojos a uno que nació ciego.

Juan 9,32