La Palabra para sábado, 26 abril 2025

Jesús vio a un publicano llamado Leví, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: —Sígueme. Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió.

Lucas 5,27-28

Ninguno que, habiendo puesto su mano en el arado, mira hacia atrás es apto para el reino de Dios.

Lucas 9,62